Ir al contenido principal

Entradas

PONGAMOS QUE HABLO DE LONTANA

Me vais a perdonar que, por esta vez, me ponga nostálgico y autobiográfico. Y es que esta semana se cumplen veinte años de una pequeña efeméride personal: mi debut como novelista en la ilustre ciudad de Logroño. O, lo que es lo mismo, la presentación en febrero de 2004 de mi primera novela, Calle Menor , un guiño a la memorable película de Bardem en la que la joven humillada pasa a ser una novata profesora de latín recién llegada a la universidad, y el guaperas-conquistador es un alumno que realiza una cruel apuesta ante sus desalmados compañeros. Eran los tiempos en los que febrero era todavía el mes más frío, y recuerdo que ese día cayó una nevada severa, que hizo peligrar los accesos a la ciudad desde localidades limítrofes. Cinco minutos antes de que comenzara el acto en el Ateneo Riojano apenas había público, pero de pronto la sala se empezó a llenar hasta arriba, en su mayoría desconocidos; también eran los tiempos en que en Logroño no se presentaban tres o cuatro novelas a la se...

LA PEOR PROPAGANDISTA

Desde hace unos años Logroño se ha convertido en destino habitual de escritores de primer nivel en sus giras promocionales. Los grandes grupos editoriales son conscientes de que en La Rioja hay una alta densidad de lectores y compradores de libros, como lo demuestran los resultados del reciente estudio homónimo de la Federación de Gremios de Editores, que nos sitúa en la quinta posición de España por comunidades. Uno de los últimos bestsellers que nos ha visitado es Jesús Sánchez Adalid, quien la semana pasada disertó en el salón de actos de Ibercaja sobre el tema de su última novela, Una luz en la noche de Roma . Ambientada en los años de la ocupación nazi de Italia, describe con minuciosidad la redada nazi en el gueto judío de Roma en octubre de 1943, que acarreó la deportación de mil judíos a los campos de concentración, donde perecieron casi todos. Para documentar su novela, Sánchez Adalid, cuyo deslumbrante currículum evidencia una alta talla intelectual, ha investigado en lo...

Retiro creativo con Espido Freire y Carlos Fidalgo

Hoy haré aquí un anuncio de una actividad muy apetecible para todas las personas interesadas en la lectura y la creación literaria, la próxima que estoy organizando dentro del Campus Valle de la Lengua: se trata de  un retiro de creación literaria impartido por Espido Freire y Carlos Fidalgo. Será en Haro (La Rioja), del 22 al 24 de marzo. Dos días repletos de talleres y debates coordinados por ambos escritores, una oportunidad de oro para beneficiarse de toda su experiencia y magisterio en el campo de la escritura creativa. Las plazas de asistencia están limitadas a 30, para crear un clima propicio que favorezca compartir. El precio es 310 €  e incluye la inscripción, alojamiento en habitación individual con aseo, y las comidas de los dos días. Creo que es muy razonable, y una ocasión única que yo en tu lugar aprovecharía. Te paso el enlace que da más detalles del horario y del formulario de inscripción. Si te animas, nos veremos por allí. Espido en San Millán, julio 2023

¿Y TÚ, CARLOS, ERES HUMILDE?

Un tema que me parece fascinante es el de las deformaciones profesionales, esas cualidades no siempre positivas con las que la propia profesión esculpe la personalidad. Así, aunque por supuesto hay muchos individuos virtuosos que se libran de sus respectivas enfermedades, es más fácil que la soberbia de quien no admite más autoridad sobre su cabeza aceche a un juez antes que a un barrendero, igual que la desconfianza al abogado, el autoritarismo al oficial, la ambición al político, la desidia al funcionario, la mendacidad al vendedor, o la vanidad al artista. Comentando estos temas con una inteligente compañera, surgió natural la cuestión de por dónde nos aprieta el zapato a los docentes universitarios. ¿Acaso nos achecha la soberbia del juez cuando evaluamos a nuestros alumnos, o más bien la vanidad del autor cuando elaboramos nuestros interminables currículos de méritos? Es curioso que, aunque sean enfermedades del alma bien diferentes, la virtud que tradicionalmente se contrapone ...

TRANSMISORES DE VIRUS

 No hace mucho acompañé a una persona cercana a una de esas sedes de la administración pública a las que uno no va porque se aburra más allá de lo soportable, o para fomentar la vida social, ya me entendéis. O, dicho de otro modo, a una de esas sedes donde, si has tardado un día en pagar los 5 euros que se supone que adeudas por un nuevo impuesto que algún mandatario se ha sacado de la chistera, te ponen una sanción medicinal de 100 euros, y, aunque tengas una bisabuela catalana, nadie te va a conceder amnistía. Pues eso, cuando entramos mi acompañante y yo, un joven guarda de seguridad en la puerta, entiendo que siguiendo instrucciones, nos preguntó si habíamos pedido cita. Desde ese punto pude contemplar la estancia entera, y comprobé que había unos diez o doce funcionarios afanados en sus labores o en sus diálogos, pero que no había ni un solo ciudadano de a pie haciendo uso del servicio de atención. El joven guarda nos miró con tristeza y nos recordó que, sin duda siguiendo ins...

Saltburn, o Brideshead desflorada

Hace tiempo que no escribo sobre Evelyn Waugh, el autor al que más atención he dedicado en mi vida académica. En estos momentos estoy volviendo a ejercer de traductor de sus novelas, en este caso de Un puñado de polvo , por encargo de la editorial Impedimenta. Vuelve a ser un privilegio y un reto reescribir (porque en eso consiste traducir) a Waugh, y aprender de semejante maestro del estilo. Este autor ha vuelto a estar de actualidad a raíz del éxito de la película Saltburn , ahora disponible en plataformas como Prime. Más de un comentarista ha identificado las referencias waughianas de la película, en concreto a Retorno a Brideshead : en ambas historias, un joven estudiante de Oxford con escasa vida social traba amistad con un compañero aristócrata y popular, y es incorporado al círculo social de este. Uno de los jalones en la creciente amistad entre ambos es que el noble invita al plebeyo a la fastuosa casa de campo de su familia, y este empieza a interaccionar con los diversos m...

OCHO APELLIDOS MANIQUEOS

 Reconozco que he pasado una larga temporada sin acudir a los cines, supongo que por prevenciones postpandémicas, pero ya he vuelto a retomar la sana costumbre. Por muy bien equipado que tengamos el salón con un HomeCinema de última generación, siete altavoces y subwoofers (no es mi caso), y dispongamos de todo el catálogo de Netflix, HBO, Prime o Disney+, las salas de proyección siguen teniendo algo mágico, que ni las toses del prójimo ni el crujir de las palomitas vecinales consigue anular. Por supuesto, estas pasadas navidades han sido ocasión propicia para frecuentar las salas. Y sí, confieso que yo también he ido a ver Ocho apellidos marroquís (no todo va a ser cine high-brow ), a pesar de que sabía que las críticas no eran muy favorables y que las connotaciones del título eran deliberadamente engañosas, sin relación con las dos predecesoras. Pero no cabe duda de que, si cierto patriotismo nos invita a apoyar el cine español, esta ha sido acaso la película más vista de la t...