Desde hace unos años Logroño se ha convertido en destino habitual de escritores de primer nivel en sus giras promocionales. Los grandes grupos editoriales son conscientes de que en La Rioja hay una alta densidad de lectores y compradores de libros, como lo demuestran los resultados del reciente estudio homónimo de la Federación de Gremios de Editores, que nos sitúa en la quinta posición de España por comunidades.
Uno de los últimos bestsellers
que nos ha visitado es Jesús Sánchez Adalid, quien la semana pasada disertó en
el salón de actos de Ibercaja sobre el tema de su última novela, Una luz en la noche de Roma. Ambientada
en los años de la ocupación nazi de Italia, describe con minuciosidad la redada
nazi en el gueto judío de Roma en octubre de 1943, que acarreó la deportación
de mil judíos a los campos de concentración, donde perecieron casi todos.
Para documentar su novela, Sánchez Adalid, cuyo deslumbrante
currículum evidencia una alta talla intelectual, ha investigado en los Archivos
Vaticanos, aprovechando la reciente desclasificación de ciertos documentos, en
el Archivo Central de Italia, la Shoah Foundation, y los Archivos de Yad
Vashem, que contienen la colección más grande del mundo sobre el Holocausto.
Una de las conclusiones que extrae de su minuciosa investigación es que,
contrario a los rumores que han querido empañar su figura en el pasado, el papa
Pio XII desempeñó un papel decisivo para que la Iglesia católica contribuyera a
salvar con gran riesgo a más de cuatro mil judíos de las redadas nazis.
Remito a su libro o a Youtube (ya está colgada la charla) para
los detalles, pero ahora me quedaría con una de las muchas ideas que expuso en
su charla: en su opinión, la Iglesia católica es la institución mundial que peor
hace propaganda de sí misma. La inmensa labor benéfica y social que realiza en
todo el mundo pasa apenas desapercibida, y este episodio histórico, desconocido
hasta hace muy poco, es un ejemplo más entre millones.
A veces pienso que, si un extraterrestre aterrizara en nuestro
planeta y se dedicara a leer (con un Google Translate interplanetario
actualizado) las informaciones habituales de los medios sobre la Iglesia,
probablemente se quedaría con la idea de que es un curioso ente que se dedica a
la pederastia y a las polémicas intestinas entre sus dirigentes. Estos son los
perfiles de la noticia que predominan hoy, y, aunque es verdad que la suciedad
hay que limpiarla, se da muy poca relevancia informativa a la labor cotidiana de
la Iglesia con las personas solas, enfermos, ancianos, parados,
drogodependientes, presos, inmigrantes, mujeres desfavorecidas o víctimas de
violencia, parados, personas con discapacidad, etc. O, solo en España, a los 9.222
centros socio-sanitarios o asistenciales que promueve, entre los que se
incluyen centros para mitigar la pobreza, promover el trabajo, promoción de la
mujer y de las víctimas de la violencia, asistencia a emigrantes, refugiados,
etc., que atienden a más de cuatro millones de beneficiarios directos y ahorran
ingentes cantidades a los presupuestos Generales del Estado (que ya lo sabrán
gastar en otras cosillas).
Y digo solo en España, porque después de más de una hora de
navegar por internet no consigo dar con una página que exponga similares datos
actualizados de la Iglesia católica en el mundo. O sea, muy accesible no está. De
nuevo, la Peor Propagandista no se preocupa demasiado por que su mano izquierda
sepa lo que hace su derecha.
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