Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2018

Encuentros poéticos (subvencionados)

Tres poemas cortos sobre el acto de escribir poesía. El tercero es el que más gracia me hace (lo que no significa que le haga gracia a alguien más...) OTRA DISOLUCIÓN A veces un poema depende tan solo de levantarse presto de la cama y sacarlo de la cabeza a tiempo. Modesto parto. Breve gestación. Abortarlo es tan fácil como cerrar los ojos, dar media vuelta, y dejar que se disuelva en la memoria entre la confusa maraña de los sueños. Foto CVF MÁS RENUNCIAS Qué a gusto se hace poesía cuando el presunto vate ha renunciado a que le dediquen siquiera una nota en la revista de su antiguo instituto. ENCUENTROS POÉTICOS (SUBVENCIONADOS) Permíteme, Gustavo amigo, que esta vez te contradiga.            Podrá no haber poesía, pero siempre habrá poetas.

Aquiles en Londres

En la entrada de hace dos semanas recordé a un personaje de Mientras ella sea clara que concibe Inglaterra como el mejor lugar donde vivir solo. Animado por las numerosas peticiones recibidas, reproduzco aquí el texto en que Clara narra la historia de su padre, el simpar don Aquiles. De joven, a mi padre alguno de sus amigos le pronosticó que viviría y moriría solo. Que con lo feo que era y el pesimismo existencialista sartriano, muy de moda por entonces, que le oprimía el tarro, ninguna mujer en su sano juicio le iba a aguantar. Y él se lo creyó a pies juntillas, vaya si se lo creyó. Tanto que se propuso concienzudamente ejercitarse en el oficio de estar solo. Los fines de semana, cuando mis abuelos insistían en que les acompañara al pueblo, él se quedaba solo en casa dedicado a aguantarse a sí mismo, sentado en el sofá del salón, sin leer ni oír la radio ni el tocadiscos, sin comer apenas, a solas consigo. Ni siquiera se dedicaba conscientemente a elucubrar, su objetivo consis