El pasado miércoles me invitaron a dar una charla virtual sobre mi trayectoria literaria en el ciclo "Encuentros con nuestros autores" que organiza la Biblioteca Central de Cantabria. La virtual es una modalidad en la que aún no me encuentro totalmente a gusto. Al igual que en el aula universitaria, prefiero mirar de frente a mis oyentes y adaptar el discurso a las caras que contemplan (o bostezan). Supongo que la videoconferencia es el más que probable futuro, pero lo que está claro es que ahora es el único presente.
El acto, de una hora de duración, fue presentado por Jesús Herrán, y se puede seguir en Facebook en el siguiente enlace. Aviso, el sonido no es muy bueno, pero al menos la foto de fondo que me cubre las espaldas es hermosa.
Ese mismo día Guillermo Balbona, el redactor jefe de cultura del El Diario Montañés, sacó esta entrevista.
Para quien le cueste leer la letra periodística, entresaco las tres preguntas del recuadro. Por poner algo. Espero no haber mentido demasiado.
–¿En
qué medida cree que los llamados creadores de contenido, soportes
digitales y formatos, pueden proporcionar nuevas vías narrativas?
En las plataformas digitales actuales se pueden ver series con guiones
muy bien construidos y con gran dominio de los resortes narrativos.
Además, el formato de miniserie permite un desarrollo de los personajes
con más posibilidades que las escasas dos horas
de una película normal. Pienso que son nuevas sendas narrativas muy
fructíferas; pero también creo que, por sus limitaciones de procurar un
inmediato éxito comercial, es difícil que alcancen la altura una novela
redonda, de esa que nos ha encandilado o cambiado
la vida.
–Un foro como el de este ciclo propicia una revisión. ¿Cómo ha
cambiado el Villar Flor escritor de los inicios y el autor del presente?
Llevo escribiendo desde que tengo uso de razón, así que es lógico que
haya cambiado mucho. Pero, por resumir, creo que ahora estoy más
desprendido de la acogida de mi trabajo. No es que desdeñe el éxito, si
es que llega algún día, pero no escribo con esa finalidad
en mente. O mejor, estoy persuadido de que el éxito del escritor es
acabar bien su obra. Y, aunque sea una meta exigente, depende sobre todo
de ti mismo, no de factores fuera de tu alcance.
–¿Desde el estado de alarma hasta este nuevo año ha afrontado nuevos proyectos?
Por primera vez tengo algunos libros terminados que no ven la luz porque
no tengo tiempo de buscar editor. Este es el caso de un libro de
microrrelatos y de mi última novela. Además de terminar el poemario al
que antes me refería, ahora estoy trabajando en
la versión inglesa de mi libro de los viajes de Graham Greene, y en la
edición de las memorias de un militar irlandés que vino a España en la
guerra civil. Y cuando acabe tengo otros proyectos haciendo cola. La
verdad es que no me aburro.
Comentarios
Publicar un comentario