Ir al contenido principal

DOS DÍAS CON LORENZO SILVA

Uno de los regalos del destino (y no solo de la editorial) esta semana ha sido acompañar a Lorenzo Silva en las tres intervenciones públicas que protagonizó en Logroño del 11 al 12 de mayo. La primera fue a las 18:00 horas en el Centro Cultural Caja Rioja Gran Vía, donde inauguró el ciclo de talleres de escritura creativa Lenguajes del Alma con la conferencia “La escritura como aprendizaje y toma de conciencia individual y social”. En ella nos glosó los cuatro presupuestos básicos previos a la escritura –leer, observar, escuchar y tener paciencia—y desgranó los beneficios para el individuo que aporta el ejercicio de escribir per se, sin entrar en cuestiones de publicación. 

 

Foto UR

Tras su conclusión, nos encaminamos hacia la librería Santos Ochoa, donde a las 19:30 presentó su última novela, Púa, un estudio de la maldad a través del testimonio en primera persona de un hombre que (con razón) se considera malvado. Hay que destacar que esta fue la primera presentación oficial del libro en toda España, todo un privilegio para sus numerosos lectores riojanos.

Tras el acto, los amigos de Santos Ochoa nos invitaron a cenar al Wine Fandango, y a lo largo de la velada Lorenzo relató suculentas anécdotas y recuerdos de su vida. Por escoger una, me fascinó el recuerdo de una invitación a hablar en un instituto de un barrio periférico, donde le dejaron solo frente a un grupo de alumnos con escasa motivación y acaso perfil conflictivo. Pero, siguiendo el noble oficio de Sherezade, Lorenzo les logró encandilar con la historia de El Vaquilla, a quien había conocido personalmente, y quizá les aportó a lo largo de la sesión valiosas ideas sobre lo que no deberían hacer con sus vidas.

Por cierto, unas damas que cenaban animadamente en la misma sala no pudieron resistir la ocasión de pedirle una foto grupal, y Lorenzo las complació con suma amabilidad. ¿Cuántos miles de veces le habrá ocurrido algo parecido?, pensé yo.

En la mañana del viernes, Lorenzo, Cristina Flores y yo visitamos los monasterios de San Millán de la Cogolla. Las excelentes guías Lidia y Ana nos explicaron los secretos del de Suso, y cuando bajamos al de Yuso fue el propio Prior quien nos guio por las impresionantes estancias aportando todo lujo de detalles histórico-artísticos.

En la tarde del viernes, Lorenzo protagonizó la tercera intervención durante la inauguración oficial del evento deportivo Gladiator Race, organizado por el GAR de la Guardia Civil en colaboración con la Universidad de La Rioja. Esta vez el formato fue una entrevista con el que esto suscribe a las 20:30, en la que repasamos el universo de los trece libros de Bevilacqua y Chamorro, abordando temas como la inspiración y fuentes, la evolución del thriller con guardias civiles como protagonistas, la consideración pública de la Benemérita, los escenarios descritos, las versiones cinematográficas, las relaciones interpersonales, etc.

En fin, ha sido todo un privilegio pasar estos ratos con Lorenzo Silva, un hombre de verbo fluido, poso y sabiduría. Nos quedan los recuerdos, y por supuesto, su ingente obra, que en último término es lo mejor de lo mucho que puede aportar un buen escritor.

Foto: Eduardo Fonseca

Comentarios

Entradas populares de este blog

¡CATEDRÁTICO!

Muchos me habéis preguntado por ese enigmático toro que iba a lidiar el pasado lunes. Pues bien, se trataba de la prueba del concurso público a catedrático de universidad. Y sí, la pasé con éxito. ¡Alégrate conmigo! Quienes no estéis muy familiarizados con estos procesos quizá os confunda un poco que en la entrada de 24 junio 2022 anunciaba la obtención de la acreditación de catedrático a nivel nacional. Este era el primer paso, quizá el más importante, una condición sine qua non . Pero luego una universidad española debe convocar concurso, y uno debe presentarse, preparar las pruebas y obtener la plaza. Así que lo que ahora celebro es haber llegado al final de este camino. El primer ejercicio de la prueba consistía en defender el propio historial académico, docente e investigador. Hablar de sí no suele resultar muy arduo a un profesor universitario, y menos aún si es escritor. Así que, si me perdonáis que prolongue esa apologia pro vita mea con la que arranqué, compartiré aquí un

La coleta de Pablo Iglesias

Este miércoles 12 de mayo conocimos la gran noticia. Por encima de los tambores de guerra entre Israel y Palestina y los 188 muertos en la ofensiva israelí sobre Gaza; de las decenas de muertos por coronavirus aparecidos en el Ganges; de la explosión en Afganistán que dejó 85 muertos, la mayoría niñas; de la tensión en Nyamar o de los disturbios en Colombia... apareció la gran noticia que todos aguardábamos: Pablo Iglesias se ha cortado la coleta. Incluso quienes hacen de la Igualdad su ariete para derribar fortalezas y murallas acaban demostrándonos que este mundo no es igualitario. Los científicos buscando vacunas, el personal sanitario entregando sus vidas en servicio, los maestros acometiendo día a día esa labor tan ingrata y tan necesaria, los intelectuales buscando nuevas formas de entender el mundo... Incluso cualquier ciudadano normal que vaya a su trabajo o cuide de su familia... Ninguna de estas personas de mérito se gana titulares que sirvan para que la ciudadanía se inspire

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inserto en una sociedad primitiva —por culpa de la ex