Ir al contenido principal

Limpiemos el Ebro

 “Surco infinito. Camino de venas / que entre alamedas vas seguro y opaco / […] a la mar siempre desnudo y cantando”. Son versos de Miguel Hernández dedicados al río que da nombre a nuestra península, y riega siete comunidades autónomas (espero que ningún gobernante decida cerrarlo perimetralmente). Durante siglos y siglos sus aguas han fertilizado la tierra que ha alimentado a miles de generaciones de pobladores de Iberia. Pero hemos tenido que venir los paladines del progreso contemporáneo a llenarlo de plásticos, latas de cerveza, toallitas, compresas, y (lo que ha sido una reciente revelación) multitud de deshechos farmacológicos.

Según advierten organizaciones como Ecoembus y SEO/BirdLife, la contaminación de los ríos es uno de los más graves problemas medioambientales. Se calcula que cada día llegan a los ríos dos millones de toneladas (¡) de basura, con nefastas repercusiones para la fauna y flora y, al final de la cadena, para los humanos. Con la contaminación fluvial desciende la pesca, la calidad de agua empeora, y no se puede emplear ni para consumo ni para cultivo ni para el ganado. Se estima que hay una población cercana a los 800 millones viviendo cerca de los ríos que sufre afecciones vinculadas a su contaminación.

En fin, hay que concienciarse mucho más sobre lo que está en juego si no mantenemos limpio el medio ambiente, y con este fin un puñado de voluntarios universitarios nos dedicaremos a limpiar las riberas del río más largo de España. Será el miércoles 28 de abril, empezando a las 10:00, en dos turnos de mañana y tarde. Si alguien que lea esto se anima, puede apuntarse en la oficia de la asociación Ayuda Social Universitaria de La Rioja.

Soy bien consciente de que, comparada con la magnitud de la amenaza, nuestra aportación será minúscula. Pero pequeños pocos van haciendo un mucho, y el entorno cercano es siempre el área de actuación a nuestro alcance. Y este planeta tiene que durar muchos millones de años más. No se lo estamos poniendo fácil.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El silencio de Franz Jalics (1927-2021)

Hace unos días falleció un autor que me ha dejado huella; se trata de Franz Jalics (1927 -2021), jesuita y místico húngaro, impulsor de la meditación contemplativa como un camino de buscar a Dios no tanto a través del raciocinio o de la acción, o siquiera del sentimiento, sino a través de la percepción. Su obra más representativa, donde expone este sugerente camino con extraordinaria pedagogía, es Ejercicios de contemplación , un libro para leer en pequeñas dosis. De joven Jalics sirvió en el ejército húngaro durante la Segunda Guerra Mundial y allí, según expone en el citado libro, experimentó las primeras llamadas a poner su vida en manos de la Presencia que le susurraba que seguía estando allí a pesar del tremebundo y deprimente galimatías en que se había convertido la Historia contemporánea. Años después, ya jesuita, fue destinado a Buenos Aires, donde trabajó entre la población desfavorecida del Bajo Flores. Allí, en 1976, fue secuestrado por la dictadura argentina junto con otro ...

Tres años

Hoy se  cumplen tres años del día más horrible de mi vida (hasta la fecha). El tiempo sin duda cierra heridas, pero la cicatriz permanecerá siempre. Es un tópico porque es verdad. Si mantengo el inveterado principio de que escribo poesía inspirado por el dolor del alma, supongo que acabaré componiendo un poemario sobre ella. Pero si también mantengo el parsimonioso cuentagotas con que dosifico mi poesía, no puedo asegurar cuándo. Ahora voy terminando uno sobre una experiencia acaecida en 2017, para que os hagáis una idea... Este poema formará parte (D.m.) del eventual poemario, así que os lo adelanto. Aunque no es reciente, como algunos pocos sabéis. Cada noche cruje un poco nuestra cama. Tengo mucho más espacio, estirarme empieza a ser ya rutina. Soy el amo y el señor de mis dominios colchoneros (parvo imperio). A veces, solo a veces, duermo hondo y apenas me atormenta tu silencio.   Pero juro que hoy el alma empeñaría por volver a los dos quintos retroactivos de mi lado de t...

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inse...