En su extraordinaria intervención en el pasado taller de crítica y creación literarias, Leticia Bustamante nos dio una lección sobre los diferentes tipos de microrrelatos aumentados, entre los cuales se hallaban los inspirados por/ complementados por/ ininiteligibles sin/ una imagen.
Sesiones como aquella te amplían enormemente los horizontes, y aprendes que el microrrelato puede surgir de donde menos te lo esperas. Confieso que no he practicado demasiado tal tipo de narración aumentada, pero a veces recuerdo esta amplitud de posibilidades y me veo inclinado a proponer un minitexto asociado a una imagen. Valga este modesto ensayo en el subgénero como iniciación sin la menor pretensión, salvo la de contar con la benevolencia de mis sufridos lectores.
El primero debe su inspiración a la campaña primavera-verano de Cortefiel.
¿Y DESPUÉS?
–Bueno, preciosa, y después, ¿qué te apetece hacer? [Con la pasta que me llevo gastando, a ver si consigo llevármela al huerto].
–Ay, no sé, la noche es joven. ¿Qué propones? [Cómo me aburre el viejuno. A ver si se traga lo de la jaqueca y me vuelvo a casa a engancharme al Netflix].
El segundo es aún más breve. Debe su inspiración a una tarde de piedad popular y de poner mis varices a prueba.
NANA
Algún día, hijo mío...
Sesiones como aquella te amplían enormemente los horizontes, y aprendes que el microrrelato puede surgir de donde menos te lo esperas. Confieso que no he practicado demasiado tal tipo de narración aumentada, pero a veces recuerdo esta amplitud de posibilidades y me veo inclinado a proponer un minitexto asociado a una imagen. Valga este modesto ensayo en el subgénero como iniciación sin la menor pretensión, salvo la de contar con la benevolencia de mis sufridos lectores.
El primero debe su inspiración a la campaña primavera-verano de Cortefiel.
¿Y DESPUÉS?
por Cortefiel 2019 |
–Bueno, preciosa, y después, ¿qué te apetece hacer? [Con la pasta que me llevo gastando, a ver si consigo llevármela al huerto].
–Ay, no sé, la noche es joven. ¿Qué propones? [Cómo me aburre el viejuno. A ver si se traga lo de la jaqueca y me vuelvo a casa a engancharme al Netflix].
El segundo es aún más breve. Debe su inspiración a una tarde de piedad popular y de poner mis varices a prueba.
NANA
Algún día, hijo mío...
por CVF 2019 |
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