Ir al contenido principal

HAY COSAS PEORES... "UN SUSTO A TIEMPO"

Dibujo de A.V. Grela
Después de un paréntesis considerable, vuelvo a colgar relatos revisados de Hay cosas peores que la lluvia. "Un susto a tiempo" trata de un excapitán de infantería que consigue trabajo de profesor en un colegio de secundaria, y no consigue mantener la disciplina entre los niñatos. Está escrito como ejercicio de economía narrativa, espero que no excesiva.




UN SUSTO A TIEMPO


    El amplio armario ropero de Papi estaba abierto de par en par, y sus uniformes amontonados. Sólo el cajón privado permanecía, como siempre, hermético.
            –Y entonces...¿qué va a hacer Papi ahora?
            –Nada, vida, se va a tomar unas vacaciones, que bien que se las merece.
            –Y entonces, ¿ya no volveremos a bañarnos en la piscina ni ir los fines de semana cuando las guardias?
            –No, de momento no, vida.
            –Y entonces, ¿ya no nos saludarán los soldados cuando vamos a ver a Papi cuando las guardias?
            –De momento no, vida.

            –Sí, vida. Algo tendrás que hacer. Lo que no te viene nada bien es pasarte los días mirándote el ombligo.
            –No, si ya lo sé.
            –Tú siempre aburriéndome con tus proyectos para cuando te dieran la transitoria, y ahora, zas, te la dan y no haces más que suspirar por tu vida pasada.
            –No, si tienes razón.
            –Y además, el asunto es un auténtico chollo. Te retiras a los cuarenta y uno, sueldo completo y sin incompatibilidades. ¿Qué más quieres, vida?
            –Sí ya, pero eso no es todo. Toda mi vida he estado en ese ambiente, rodeado de tropa, viviendo al son del toque de diana y bandera, fajina y retreta, a la orden mi capitán, sin novedad mi capitán, ¿ordena alguna cosa más mi capitán?
            –Oh, no empieces otra vez...
            –Formando hombres, formando soldados...
            –No, vida, no...
            –Enseñando a esos jóvenes...
            –Oye...
            –A cumplir con sus deberes para con la Patria...
            –Oye, se me acaba...
            –... venían niños, marchaban hombres...
            –…de ocurrir una idea... atómica.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El silencio de Franz Jalics (1927-2021)

Hace unos días falleció un autor que me ha dejado huella; se trata de Franz Jalics (1927 -2021), jesuita y místico húngaro, impulsor de la meditación contemplativa como un camino de buscar a Dios no tanto a través del raciocinio o de la acción, o siquiera del sentimiento, sino a través de la percepción. Su obra más representativa, donde expone este sugerente camino con extraordinaria pedagogía, es Ejercicios de contemplación , un libro para leer en pequeñas dosis. De joven Jalics sirvió en el ejército húngaro durante la Segunda Guerra Mundial y allí, según expone en el citado libro, experimentó las primeras llamadas a poner su vida en manos de la Presencia que le susurraba que seguía estando allí a pesar del tremebundo y deprimente galimatías en que se había convertido la Historia contemporánea. Años después, ya jesuita, fue destinado a Buenos Aires, donde trabajó entre la población desfavorecida del Bajo Flores. Allí, en 1976, fue secuestrado por la dictadura argentina junto con otro ...

Tres años

Hoy se  cumplen tres años del día más horrible de mi vida (hasta la fecha). El tiempo sin duda cierra heridas, pero la cicatriz permanecerá siempre. Es un tópico porque es verdad. Si mantengo el inveterado principio de que escribo poesía inspirado por el dolor del alma, supongo que acabaré componiendo un poemario sobre ella. Pero si también mantengo el parsimonioso cuentagotas con que dosifico mi poesía, no puedo asegurar cuándo. Ahora voy terminando uno sobre una experiencia acaecida en 2017, para que os hagáis una idea... Este poema formará parte (D.m.) del eventual poemario, así que os lo adelanto. Aunque no es reciente, como algunos pocos sabéis. Cada noche cruje un poco nuestra cama. Tengo mucho más espacio, estirarme empieza a ser ya rutina. Soy el amo y el señor de mis dominios colchoneros (parvo imperio). A veces, solo a veces, duermo hondo y apenas me atormenta tu silencio.   Pero juro que hoy el alma empeñaría por volver a los dos quintos retroactivos de mi lado de t...

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inse...