COMO DIGO YO
No todos tenemos el talento de un Ignacio Peyró, que es capaz de enlazar en sus escritos decenas de citas de ilustres a los que acaso nunca nos han presentado, concediendo al lector la graciosa presunción de erudición. Yo prefiero digerir mis lecturas y asimilarlas en algún lugar de mi sistema digestivo, sin necesidad de defecar pepitas, como digo yo. También hay que reconocer que, en la era de Google (y más aún de ChatGPT) no es tan difícil encontrar frases propicias de Cioran, o Bolaño, o Wilde… para adornar discursos y peroratas. Y, en todo caso, siempre se puede introducir la cita vagamente recordada con la fórmula de “como dijo el poeta”, o, para no entrar en cuestiones de género, simplemente “como dijo aquel”.
Pero yo no necesito tantas florituras. Me basto y me sobro con un solo autor, un solo pensador, filósofo, humanista, iluminado… Sí, habéis acertado. Yo también tengo frases que podrían pasar a la posteridad, mas, como de momento nadie las aprovecha, las va difundiendo el menda. La caridad bien entendida, empieza por uno mismo, como digo yo.
Hay quienes donde dijeron digo dicen diego. Yo, sin embargo, lo que digo bien lo digo, e incluso lo redigo. Y eso sin ser redicho, que conste. Mi casa es mi castillo, y lo que no voy a permitir es que se convierta en una casa de citas. Como digo yo.
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