Las variadas contradicciones derivadas de algunas medidas Covid sigue siendo un tema digno de comentario. Esta última semana, después de dos años sin hacerlo, he tomado dos autobuses de línea y tres aviones. Ingenuo de mí, pensaba que la alerta pandémica habría modificado de alguna manera los hábitos de viaje, en términos de una mayor distancia interpersonal, mejor ventilación o mejor higiene.
Pues bien, en esta breve pero intensa experiencia, mi conclusión es que no. Tanto autobuses como aviones en su clase ordinaria siguen aprovechando al máximo el espacio entre asientos, ergo los pasajeros siguen pasando cuatro, cinco o más horas rodeados de extraños a corta distancia. Incluso se dio la curiosa circunstancia de que mi compra por internet de dos billetes no implicó que ambos asientos estuvieran juntos, por lo que mi acompañante y yo tuvimos respectivos compañeros.
En el avión no fue mejor. El viajero de mi derecha me tocaba el hombro y el muslo (involuntariamente, espero) a lo largo de todo el vuelo, y por la izquierda, desde mi posición de lector a dos manos, notaba un leve o no tan leve codazo en las costillas. Pero, al menos habremos ganado en limpieza, ¿verdad? No sé qué decir. Al abandonar un medio de transporte tengo el hábito de examinar el suelo bajo mi asiento; en mi inspección reciente encontré artículos ajenos que, como el dinosaurio de Monterroso, aún estaban allí.
Al bajar del avión, mientras entrábamos en la aduana del aeropuerto, se veía ya la larga cola de viajeros a punto de introducirse en el mismo aparato recién desalojado. Pensé que a mi asiento no le daría tiempo de enfriarse antes de que otro implantase sus benditas posaderas sobre él. ¿Conseguiría la tripulación a limpiarlo todo en tiempo cero? Dudoso. Y, si tenemos en cuenta que esto sucedía en torno a las 7 de la tarde, se puede calcular cuántos intercambios similares ha podido experimentar el avión a lo largo del día.
Eso sí, al entrar en la aduana española, tuvimos que hacer
cola de casi una hora (más apelotonamiento) para observar todo el protocolo Covid
contemplado en el Spain Health Travel: Formulario de Control Sanitario,
obtención del código QR Tránsito, toma de temperatura, etc. Su incumplimiento puede ser sancionado con multas de hasta 3.000 € en caso de infracciones leves o de hasta 60.000 € en caso de infracciones graves, según reza la información del ministerio correspondiente.
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