Con ocasión de la
oscarizada película “Doce años de esclavitud”, reproduzco el fragmento de un documento histórico recientemente
descubierto. Es la transcripción de una intervención en el Congreso de los EEUU
pronunciada el 9 de marzo de 1807 por un representante del estado sudista de
Georgia, Alfred P. Rubslave, a propósito de un proyecto de reforma de la Ley de
Esclavitud (conocida oficialmente como Ley de Interrupción Involuntaria de la
Libertad de Individuos de Razas Inferiores, o LIILIRI).
Muchos me habéis preguntado por ese enigmático toro que iba a lidiar el pasado lunes. Pues bien, se trataba de la prueba del concurso público a catedrático de universidad. Y sí, la pasé con éxito. ¡Alégrate conmigo! Quienes no estéis muy familiarizados con estos procesos quizá os confunda un poco que en la entrada de 24 junio 2022 anunciaba la obtención de la acreditación de catedrático a nivel nacional. Este era el primer paso, quizá el más importante, una condición sine qua non . Pero luego una universidad española debe convocar concurso, y uno debe presentarse, preparar las pruebas y obtener la plaza. Así que lo que ahora celebro es haber llegado al final de este camino. El primer ejercicio de la prueba consistía en defender el propio historial académico, docente e investigador. Hablar de sí no suele resultar muy arduo a un profesor universitario, y menos aún si es escritor. Así que, si me perdonáis que prolongue esa apologia pro vita mea con la que arranqué, compartiré aquí un
Tal vez sería bueno citar la fuente original para tener más fuerza en la razón histórica.
ResponderEliminarLos derechos de los sucesores de Alfred P. Rubslave hacen de la cita de fuentes una cuestión delicada. Por cierto, ¿qué tal va el argumento ontológico?
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