Ir al contenido principal

Víctimas lejanas: Asia Bibi


Hay víctimas de la tragedia, de la opresión o de la crueldad que nos quedan más lejos que otras. Es probable que este sea el caso de Asia Bibi, una campesina pakistaní madre de cinco hijos que cometió un delito imperdonable en su sociedad, ser cristiana.
Asia Bibi antes de que comenzara su calvario
          Todo empezó, al parecer, cuando quiso beber agua de un pozo común, y dos vecinas le negaron el acceso por no ser musulmana. Posteriormente estas mismas aportaron el testimonio que llevó a acusarla de blasfemia, y la relegó a una prisión (no quiero ni pensar en qué condiciones inhumanas) durante nueve años, a la espera de juicio, nueve años de desprecio, odio y amenazas de muerte bien a manos de la autoridad competente o de la masa extremista. Su marido y sus hijos declaraban que no podían salir de casa a comprar comida, mucho menos salir de Pakistán, por el clima de hostilidad que les rodeaba.
En octubre de 2018 el Tribunal Superior de Pakistán revocó la condena a pena de muerte, pero comenzó para ella otro nuevo calvario, pues los seguidores del partido Islamista Radical Tehreek-e-Labaik se lanzaron a la calle a reclamar la muerte de la “maldita” de un modo u otro. Se solicitó una revisión de la sentencia absolutoria, durante este proceso el abogado tuvo que huir a Holanda, y Asia Bibi no pudo salir del país. Por fin, hace unos días se ha declarado la absolución definitiva, y parece ser que la pobre granjera ha conseguido despistar a sus linchadores para emigrar a Canadá y reunirse con su familia, que se había podido adelantar. Tras un infierno de nueve años ha conseguido el derecho a escapar.
          Malos tiempos para la libertad religiosa en Pakistán. Lo que más me inquieta es pensar cuánto iceberg subyace bajo esta puntita, y cuánto silencio ha rodeado este caso flagrante de represión. En todo este proceso de película de terror el principal apoyo de la causa de Asia Bibi ha provenido de grupos cristianos, contrastado por una espantosa indiferencia de gobiernos “civilizados” como son los del Reino Unido, Canadá, EE.UU e Italia. Los principales receptores en occidente de inmigrantes pakistaníes desoyeron las peticiones de asilo de la familia, según informó El País. Por cierto, aunque no lo diga este diario, España es el siguiente en la lista de receptores. ¿Alguien ha oído hablar de alguna iniciativa diplomática al respecto?

Comentarios

Entradas populares de este blog

El silencio de Franz Jalics (1927-2021)

Hace unos días falleció un autor que me ha dejado huella; se trata de Franz Jalics (1927 -2021), jesuita y místico húngaro, impulsor de la meditación contemplativa como un camino de buscar a Dios no tanto a través del raciocinio o de la acción, o siquiera del sentimiento, sino a través de la percepción. Su obra más representativa, donde expone este sugerente camino con extraordinaria pedagogía, es Ejercicios de contemplación , un libro para leer en pequeñas dosis. De joven Jalics sirvió en el ejército húngaro durante la Segunda Guerra Mundial y allí, según expone en el citado libro, experimentó las primeras llamadas a poner su vida en manos de la Presencia que le susurraba que seguía estando allí a pesar del tremebundo y deprimente galimatías en que se había convertido la Historia contemporánea. Años después, ya jesuita, fue destinado a Buenos Aires, donde trabajó entre la población desfavorecida del Bajo Flores. Allí, en 1976, fue secuestrado por la dictadura argentina junto con otro ...

Tres años

Hoy se  cumplen tres años del día más horrible de mi vida (hasta la fecha). El tiempo sin duda cierra heridas, pero la cicatriz permanecerá siempre. Es un tópico porque es verdad. Si mantengo el inveterado principio de que escribo poesía inspirado por el dolor del alma, supongo que acabaré componiendo un poemario sobre ella. Pero si también mantengo el parsimonioso cuentagotas con que dosifico mi poesía, no puedo asegurar cuándo. Ahora voy terminando uno sobre una experiencia acaecida en 2017, para que os hagáis una idea... Este poema formará parte (D.m.) del eventual poemario, así que os lo adelanto. Aunque no es reciente, como algunos pocos sabéis. Cada noche cruje un poco nuestra cama. Tengo mucho más espacio, estirarme empieza a ser ya rutina. Soy el amo y el señor de mis dominios colchoneros (parvo imperio). A veces, solo a veces, duermo hondo y apenas me atormenta tu silencio.   Pero juro que hoy el alma empeñaría por volver a los dos quintos retroactivos de mi lado de t...

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inse...