En el ámbito de los estudios literarios siempre me ha interesado el análisis de los personajes de ficción, esas criaturas que pueblan las novelas y que, aunque en el fondo no sean más que palabras, nos pueden enamorar o causar rechazo. Hay varias formas de clasificar a los personajes, pero a grandes rasgos destacan dos: según su papel e importancia en la trama los consideramos principales o secundarios, y según su profundidad humana los denominamos, siguiendo a E.M. Forster, planos o redondos. Se suele identificar un personaje plano con aquel que no cambia en el transcurso de la historia, que no evoluciona, al menos en alguno de los rasgos dominantes de su personalidad. A esta categoría pertenecen los estereotipos, las caricaturas, los supervillanos, o los que vienen a encarnar virtudes o causas que la voz autoral nos pretende recomendar. También es propio de los personajes planos estar construidos en torno a una sola cualidad que los define. Un ejemplo tomado de la conocida ficción in...
Después de escribir la biografía sobre los viajes de Graham Greene por España (Comares/UR 2020), y de adaptarla a su versión inglesa (Oxford University Press, 2023), una tercer paso ha sido concebir una novela inspirada en estos viajes. La escribí mayoritariamente durante el confinamiento del covid-19, mi particular terapia ocupacional para sobrellevar el miedo que nos empapó el alma. Ha tardado unos años en ver la luz, pero durante este tiempo se ha pulido y abrillantado, y ahora ya está vista para sentencia. Saldrá a la luz dentro de unos días, en la editorial Menoscuarto con el título Tras las huellas de Greene , Copio la sinopsis que figura en la cubierta (que, por cierto, no he redactado yo, no siempre lo hace el autor): Un asesinato, un diario perdido y un viaje por la España interior donde realidad y ficción se confunden. Cuando un joven doctorando aparece muerto tras desenterrar secretos sobre los años españoles de Graham Greene, el melancólico subinspector Mariana y...