Esta semana los estudiantes universitarios veteranos (con más de un año de antigüedad) han convocado a los “novatos” para celebrar los ritos de paso conocidos como “novatadas”. Antaño los profesores solíamos recibir mensajes de las autoridades académicas instando a la tolerancia cero con esta tradición, a la par que conminaban al alumnado a no incurrir en semejantes manifestaciones de insolidaridad. Supongo que había buenas razones para prohibir estas bienvenidas gamberras y descontroladas, aunque también es verdad que —con la excepción del periodo de pandemia— tales admoniciones apenas impidieron que se llevaran a cabo. En mis (remotos) tiempos universitarios, sobre todo en el ámbito de ciertos colegios mayores de compañeros (yo por fortuna me libré), las novatadas eran salvajes y humillantes, y además se prolongaban durante un mes. Desde la distancia con que contemplo las que se practican aquí, me da la impresión de que los veteranos organizan para sus compañeros principiantes una ...
Una de las noticias que ha calentado el final del verano en mi ciudad (Logroño) es la polémica por la prohibición de llevar las cabezas cubiertas en algunos institutos de secundaria, algo que afecta por igual a las gorras de rapero, a los siniestros hoodies , y a los velos islámicos, si bien la atención ha recaído más en estos últimos. Una alumna del I.B. Sagasta ha visto peligrar su permanencia en el instituto si no acataba la norma, y esto ha provocado diversas reacciones. Entre ellas, pocos días después de publicarse la noticia se congregó un puñado de compañeros solidarios durante el segundo recreo para manifestarse contra la medida en nombre de las libertades. El portavoz estudiantil, miembro del Consejo Escolar, leyó en un comunicado: “consideramos que es una medida que atenta contra los derechos fundamentales a la educación y a la expresión religiosa”. Es encomiable que los compañeros de la chica den la cara por ella, con o sin el apoyo de los dos diputados regionales de IU q...