Ir al contenido principal

Segregando, que es gerundio

En estos días en que la locura de pedir los sexenios no me deja tiempo para más, rescato una columna de "Y otra de arena" que no había vertido en este blog. Se publicó el 29 de noviembre, y respondía a la noticia de que el último colegio de La Rioja que ofrecía la opción de educación diferenciada anunció que, por imposición de la LOMLOE, no podía seguir haciéndolo. Supongo que a estas alturas la institución responsable de dicho colegio, COAS, mira al futuro y se adapta al nuevo modelo mixto. Valga lo que sigue como un panegírico pronunciado en un funeral al que apenas asiste nadie.


En ocasiones encontramos palabras que son objeto de especial distorsión semántica en contextos ideológicos. En su distopía 1984, George Orwell reconocía la necesidad que tiene todo poder de manipular el alcance del lenguaje, de forma que, mediante el ejercicio de su fuerza propagandística y coercitiva, ciertos términos acaben significando solo lo que interese. Habría múltiples ejemplos en la política reciente, pero hoy querría mencionar un caso local que implica el uso del término “segregar” para definir el modelo educativo diferenciado por sexos. En La Rioja el único que lo ha venido adoptando es el centro concertado Alcaste-Las Fuentes, pero hace pocos días anunció que se veía obligado a cambiarlo por imposición de la Lomloe, pues niega la financiación pública a los colegios que “segreguen”.

Ciertamente, es horrible que un colegio segregue. La palabra remite al apartheid, o a la segregación racial en la Norteamérica de la primera mitad de siglo XX, y es sinónimo de discriminación, racismo, clasismo, violencia y represión. Sin embargo, no parece ser el mismo caso que la educación diferenciada, en la que padres y madres dan su confianza a un sistema educativo porque piensan que será más beneficioso para la educación de sus hijos e hijas, por adaptar la enseñanza a sus diferentes procesos de aprendizaje y ritmos de desarrollo. En países como Australia la mitad de los colegios han asumido este modelo; en Estados Unidos muchos sectores del Partido Demócrata, de Hillary Clinton a Meryl Streep, apoyan la diferenciación incluso en la enseñanza pública, por los buenos resultados obtenidos en barrios marginales; y en el Reino Unido los centros de educación diferenciada son los más avalados y no son precisamente los más elitistas.

Lo expuesto no quiere decir que yo personalmente defienda este modelo frente al mixto. Como casi todo en la vida, tiene pros y contras. Quizá deberían ser sus proponentes quienes lo explicaran mejor ante la opinión pública. Lo que digo es que es un modelo científicamente defendible, y entraría dentro de las opciones de la libertad de padres y educadores. Pero me temo que en nuestro país el debate se sustituye por el eslogan partidista, y los sabios que nos gobiernan han decidido unilateralmente que merece, si no la ilegalización definitiva, sí la asfixia económica. Es un giro que ya intentó Zapatero al final de su mandato en 2011, y al fin ha conseguido implantar su digno sucesor de la mano de la ministra que declaró, con gran agudeza, que los hijos no son de los padres.

La distorsión semántica estriba en que, aunque la noticia se perfila como una victoria de la igualdad, en la que el colegio que “segregaba” por fin deja de hacerlo, en realidad nos estamos tragando un nuevo recorte de las libertades ciudadanas. Y me pregunto si vendrá algún día en que el estado promueva leyes contra el deporte por sexos, porque igualmente se considere un último reducto de la segregación. Sería un desarrollo coherente. Cosas veredes.


(Aparecido en La Rioja, 29 noviembre 2024)

Ver todas las columnas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inse...

El silencio de Franz Jalics (1927-2021)

Hace unos días falleció un autor que me ha dejado huella; se trata de Franz Jalics (1927 -2021), jesuita y místico húngaro, impulsor de la meditación contemplativa como un camino de buscar a Dios no tanto a través del raciocinio o de la acción, o siquiera del sentimiento, sino a través de la percepción. Su obra más representativa, donde expone este sugerente camino con extraordinaria pedagogía, es Ejercicios de contemplación , un libro para leer en pequeñas dosis. De joven Jalics sirvió en el ejército húngaro durante la Segunda Guerra Mundial y allí, según expone en el citado libro, experimentó las primeras llamadas a poner su vida en manos de la Presencia que le susurraba que seguía estando allí a pesar del tremebundo y deprimente galimatías en que se había convertido la Historia contemporánea. Años después, ya jesuita, fue destinado a Buenos Aires, donde trabajó entre la población desfavorecida del Bajo Flores. Allí, en 1976, fue secuestrado por la dictadura argentina junto con otro ...

TIEMPO DE DUDAS

Adjunto versión abreviada de la reseña aparecida en Fábula 31 de Mientras ella sea clara , firmada por Gonzalo Martínez Camino, profesor del departamento de Filología de la Universidad de Cantabria. Obviamente, el hecho de que reproduzca reseñas en este blog no implica que esté en total acuerdo con todo lo que se dice. Tampoco estoy en desacuerdo con lo que dice el profesor M. Camino, que conste. Hasta la fecha no me he enfrentado aún a la reseña denigrante o humillante. No sé si la reproduciré aquí cuando llegue el momento, ya os contaré.  En este caso, el haber abreviado la reseña se debe al sencillo motivo de que es muy extensa, y a veces el lector de reseñas no tiene tanta paciencia. TIEMPO DE DUDAS             (…) Esta no es una novela sobre los entresijos psicológicos de Clara y mucho menos una bildungsroman : su historia no es la de la construcción de un carácter, sino la de un lío en la que un personaje ya hech...