Hace unas semanas reconocía en este blog mi estado de complicaciones postparturientas como resultado de haber dado a luz una nueva novela . Por si alguien se quedó preocupado, estoy bien, gracias. Creo que sobreviviré. Confirmo haber padecido esta curiosa enfermedad anímica, pero con menos virulencia que antaño. Igual estoy madurando… Pero, ¿se ha curado por completo?, me preguntaréis. No, todavía no. Y la responsabilidad paternal que siento hacia mi neonata criatura (que el moralista de pacotilla aludido seguirá llamando “ego”) me sigue empujando a promoverla por mi cuenta, y esto no contribuye mucho a la completa curación. He conocido a escritores –acaso más jóvenes y/o más profesionalizados– que disfrutaban con la campaña de promoción que sigue al alumbramiento, con las entrevistas y las presentaciones. Yo cada vez menos. Y en ocasiones me pesan más los sinsabores que las alegrías recibidas, aunque estas tengan más entidad. Por ejemplo, hasta la fecha he organizado cuatro pr...
Comentarios, reflexiones y noticias. Mis novelas, relatos breves, traducciones y poemas.