Ir al contenido principal

Duelo al sol: Una controversia literaria

TÍTULO: Duelo al sol. Una controversia literaria 

Autores: Abelardo Linares y José Luis García Martín

Editorial: Renacimiento

Lugar y fecha: Sevilla, 2025.

Páginas: 414

COMO GATO Y RATÓN


Dos figuras emblemáticas del panorama literario contemporáneo en castellano son Abelardo Linares y José Luis García Martín. Librero y editor el primero, crítico literario el segundo, ambos son también poetas con una trayectoria reconocida, eruditos, bibliófilos y autoridades incuestionables en materia poética, y ninguno tiene pelos en la lengua para airear sus ideas y opiniones, ya molesten o agraden. Tal como explica García Martín en el prólogo, este libro se originó a partir de una serie de (largas) conversaciones telefónicas de índole literaria, que en el verano de 2024 devino una correspondencia epistolar con intención de ser publicada posteriormente, y desde el comienzo con vocación de polémica. De aquí resultó este original Duelo al sol, o quizá torneo de UFC entre dos pesos pesados, aunque García Martín prefiera pasar por peso ligero cuando se compara con un ratón en esta especie de combate entre Tom y Jerry (o acaso entre Rasca y Pica).

Aunque en ocasiones la discusión toma derroteros de lo más variado, como el terrorismo de ETA, la dictadura norcoreana, las diatribas contra el editor Constantino Bértolo, la excesiva presencia de profesores universitarios en el canon poético, o disquisiciones bibliográficas en torno a Wenceslao Fernández Flórez, entre la maraña de tópicos sobre los que discrepan nuestros pugilistas se puede vislumbrar un tronco común en el que Linares acaso quisiera haber centrado el debate: una cartografía de la poesía contemporánea que separe el trigo de la paja (sin dobles lecturas), defina los rasgos generacionales, las posibles deudas con generaciones previas y las comparaciones con estas. Así, Linares intenta centrar el debate a partir de la página 53, tras la que se suceden algunas propuestas interesantes; siguiendo la metodología de Ortega y Gasset y Julián Marías, García Martín propone cinco generaciones: la superviviente (conocida como de los 50); la augusta (Gimferrer, Miguel d’Ors,…); la cesárea, capitaneada por García Montero; la ascendente (nacidos a finales de los 60: Lorenzo Oliván y otros, que en su mayoría frecuentaron las tertulias ovetenses de García Martín); y la juvenil, nacidos entre 1984 y 1989 (Elvira Sastre, etcétera). Linares por supuesto discrepa de la selección, y se suceden unas páginas sabrosas de quítame-allá-estos-nombres, pero en la 72 se produce un giro que aborta tal desarrollo: Linares no puede evitar entrar al trapo de su aversión al poeta Raúl Zurita, lo que abre un nuevo frente.

El debate sobre el parnaso poético contemporáneo se debilita así bajo el cruce de mandobles, agravado por digresiones como los versos satíricos que mutuamente se infligen. Pero Linares consigue volver a abrir el melón en la página 229, a propósito de la edición de antologías de poesía contemporánea. Aquí expone su propósito de editar cuatro antologías de cada una de las generaciones poéticas (hemos perdido una), y empieza a esbozar la primera, que incluiría a trece poetas ubicados en un “segundo momento de la generación novísima” (Panero, Juaristi, d’Ors, Cuenca, Trapiello, etc.). El asunto promete, pero García Martín, con su peculiar tono esquivo y retador, en vez de desarrollar el debate, cuestiona su propio rol en la generación antologable, lo que genera un nuevo fuego cruzado, coplillas incluidas, que una vez más desvía la atención del meollo, hasta el punto de que Linares no vuelve a mencionar los sucesivos proyectos de antología que había anunciado.

Valgan estas dos secuencias del Duelo al sol para aportar una aproximación al tono del debate. En mi opinión, se pierden buenas oportunidades de abordar una necesaria cartografía poética contemporánea a manos de dos de los mejores entendidos del tema por culpa de una espontaneidad concebida como contumaz beligerancia, que a ratos se antoja un tanto impostada. Y, aunque resulta atractivo el formato que pone por escrito debates de origen telefónico, al final ambos contendientes se enzarzan en un toma y daca que quizá se prolongue más páginas de lo que merece. En este singular combate, los pistoleros (o gatazos, como se autodenominan en alguna ocasión) adoptan actitudes diversas que les autocaracterizan: Linares lleva la voz cantante, y presiona a su interlocutor para que discrepe; por su parte, García Martín, que se ve como el ratoncito que tira de los bigotes al gato, esquiva cuando le apetece, entra al trapo (o trapiello) alguna vez, y otras se arranca por peteneras.

De todos modos, es un libro entretenido que hará las delicias de quienes disfrutan con la polémica personalista que subyace al llamado panorama literario, con el que el lector recibirá excelentes consejos sobre autores que no debe ignorar, y accederá a algunos textos cortos memorables en forma de apéndices. Se mencionan decenas de nombres, algunos alabados, otros denostados, sin incurrir en escrúpulos paritarios (que no creo que a los autores les importe una higa). Eso sí, para ayudar a desbrozar el trigo de la paja (de nuevo…), no habría venido mal un índice onomástico. Quizá en una segunda edición; que, si cabe mi sugerencia, se podría adelgazar un poco.


Aparecido en Fábula, 57

Comentarios

Entradas populares de este blog

El silencio de Franz Jalics (1927-2021)

Hace unos días falleció un autor que me ha dejado huella; se trata de Franz Jalics (1927 -2021), jesuita y místico húngaro, impulsor de la meditación contemplativa como un camino de buscar a Dios no tanto a través del raciocinio o de la acción, o siquiera del sentimiento, sino a través de la percepción. Su obra más representativa, donde expone este sugerente camino con extraordinaria pedagogía, es Ejercicios de contemplación , un libro para leer en pequeñas dosis. De joven Jalics sirvió en el ejército húngaro durante la Segunda Guerra Mundial y allí, según expone en el citado libro, experimentó las primeras llamadas a poner su vida en manos de la Presencia que le susurraba que seguía estando allí a pesar del tremebundo y deprimente galimatías en que se había convertido la Historia contemporánea. Años después, ya jesuita, fue destinado a Buenos Aires, donde trabajó entre la población desfavorecida del Bajo Flores. Allí, en 1976, fue secuestrado por la dictadura argentina junto con otro ...

Cuentos en la escuela del futuro

A propósito de mi entrada de la semana pasada , no puedo reprimir el impulso de reproducir el principio de la escena de Solo yo me salvo  en la que el anciano Malaquías Winkle, quien ha vivido recluido en las últimas décadas de un futuro no muy lejano, visita una escuela. NOTA: Puede haber alguna expresión lingüística que el hablante de castellano de 2019 aún no domina. Se ruega, pues, paciencia.           —A tent@s a lo que viene. Caperucita Progresista se acercaba a casa de su abuelita, una ciudadana cronoavanzada pero en pleno dominio de sus facultades y consciente de sus derechos y obligaciones como ciudadana de una república tolerante, cuando se le acercó el lobo interesándose por los contenidos de su multitáper. Su pregunta no podía en absoluto ser catalogada como indebida ingerencia en las opciones libres de adquisición, sino más bien justificada por la indigencia de un animal marginal infraalimentado, inse...

TIEMPO DE DUDAS

Adjunto versión abreviada de la reseña aparecida en Fábula 31 de Mientras ella sea clara , firmada por Gonzalo Martínez Camino, profesor del departamento de Filología de la Universidad de Cantabria. Obviamente, el hecho de que reproduzca reseñas en este blog no implica que esté en total acuerdo con todo lo que se dice. Tampoco estoy en desacuerdo con lo que dice el profesor M. Camino, que conste. Hasta la fecha no me he enfrentado aún a la reseña denigrante o humillante. No sé si la reproduciré aquí cuando llegue el momento, ya os contaré.  En este caso, el haber abreviado la reseña se debe al sencillo motivo de que es muy extensa, y a veces el lector de reseñas no tiene tanta paciencia. TIEMPO DE DUDAS             (…) Esta no es una novela sobre los entresijos psicológicos de Clara y mucho menos una bildungsroman : su historia no es la de la construcción de un carácter, sino la de un lío en la que un personaje ya hech...