Aparecida el viernes 2 de septiembre de 2011, en el suplemento "GPS" del Diario La Rioja. La firma Alonso Chavarri, profesor y escritor riojano.
Mientras ella sea clara
Este es el título de la última novela del profesor de la Universidad de La Rioja Carlos Villar, ya conocido por sus traducciones de Evelyn Vaugh, su libro de relatos 'Hay cosas peores que la lluvia' y por su novela riojana 'Calle Menor' entre otros libros. El título, 'Mientras ella sea clara', participa de la ambigüedad y las dudas del personaje principal, porque “clara” es un adjetivo, pero también podría ser el nombre propio Clara o, incluso, podría haberse titulado el libro “Mientras ella se aclara”; y es que Clara, personaje principal de esta historia, es una joven mujer que ha llegado a la extraña y sorprendente situación de haberse prometido en matrimonio con tres hombres distintos, a la vez: Michum, portero de discoteca y “segurata” ocasional, treintañero inocente y confiado y hombre sin dobleces, con el que lleva trece años de relación y que representa el “ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio”; el cincuentón Mario, hombre adinerado y hecho a sí mismo, que aporta seguridad y confirma el dicho “el que bien se casa, bien se lo pasa”; y el arqueólogo Pelayo, joven idealista, carne de oenegé, como dice la contraportada del libro, y que significa, para Clara, ilusión, risa y otra forma de ver la vida menos convencional y más arriesgada.
Con estos mimbres, Carlos Villar compone una historia, bien trenzada, que hace reflexionar sobre las distintas miradas del amor, las varias direcciones de los afectos y sobre la relatividad de la vida amorosa, con ese humor cáustico, tan característico del autor, y en el marco provinciano de la ciudad de Santander, que tan bien conoce el escritor.
La prosa es solvente, sin excesos retóricos ni digresiones barrocas, y sirve muy bien a la intención del autor de dotar de “naturalidad” al relato. Quizá sea este el mayor logro de la novela: un lenguaje práctico y efectivo, que consigue dar a la historia una amenidad poco frecuente, sin pérdida de calidad en la escritura –cosa que suele ocurrir en la mayoría de best-seller-, calidad que era de esperar, viendo la trayectoria del autor.
Con estos mimbres, Carlos Villar compone una historia, bien trenzada, que hace reflexionar sobre las distintas miradas del amor, las varias direcciones de los afectos y sobre la relatividad de la vida amorosa, con ese humor cáustico, tan característico del autor, y en el marco provinciano de la ciudad de Santander, que tan bien conoce el escritor.
La prosa es solvente, sin excesos retóricos ni digresiones barrocas, y sirve muy bien a la intención del autor de dotar de “naturalidad” al relato. Quizá sea este el mayor logro de la novela: un lenguaje práctico y efectivo, que consigue dar a la historia una amenidad poco frecuente, sin pérdida de calidad en la escritura –cosa que suele ocurrir en la mayoría de best-seller-, calidad que era de esperar, viendo la trayectoria del autor.
En resumen, se trata de la mejor novela de Carlos Villar, un libro muy recomendable, tanto para quien quiera paladear buena literatura, como para quien quiera pasar un divertido rato de lectura; lástima que, en los tiempos que corren, con las grandes editoriales copándolo todo, incluso los escaparates de las grandes librerías, resulte tan difícil que una buena novela independiente llegue al gran público. Confiemos en el boca a boca, porque 'Mientras ella sea clara' se lo merece.
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